¡ · N U N C A · N A D A · E S · S U F I C I E N T E · !

20090915

[...] Y era un desequilibrio profundo en su organismo, desigualdades de carácter, cambios bruscos, infundados, irritaciones sin causa ni razón, las mil pequeñas contrariedades de la existencia exasperándolo hasta el paroxismo de la ira, determinando en él una extraña perturbación de facultades, como un estado mental cercano a la locura. [...]

[...]Apenas sus amores, sí es que amor podía llamarse su comercio con Donata, bastaban a llenar algunos instantes de su vida. [...]

[...] Reñido a muerte con la sociedad cuyas puertas él mismo se había cerrado, con la sociedad de las mujeres llamadas decentes, decía, por rutina o porque sí, con una fe más que dudosa en la virtud, negando la posibilidad de la dicha en el hogar y mirando el matrimoni con horror, buscaba un refugio, un lleno al vacío de su amargura misantropía, en los halagos de la vida ligera de soltero, en los clubs, en el juego, en los teatros, en los amores fáciles de entretelones, en el comercio de ese mundo aparte, heteróclito, mezcla de escorias humanas, donde el oficio se incrusta en la constumbre y donde la farsa vivida no es otracosa que una repetición grosera de la farsa representada. [...]

Sin Rumbo - Eugenio Cambaceres