¡ · N U N C A · N A D A · E S · S U F I C I E N T E · !

20110503

Ni siquiera pasó una semana de la decisión que tomé y ya tengo miedo al mañana. Tengo miedo a no poder vivir sin vos, tengo miedo a que ésta elección no sea la correcta y que esté peor que ahora. Siempre me fue difícil decidirme por algo. Por eso, nunca cierro puertas del todo. Pero siento que hoy es el tiempo de hacerlo, de cerrar esa puerta y ponerle candado, aunque no esté preparada. Sigue siendo el mismo dilema: debo y no puedo. Tengo miedo, mucho miedo. Ya no sé... Ya no sé qué más hacer.
Intenté hacer mil cosas para quitarte de mi presente, que quedes sólo como un recuerdo: conocí otros hombres, salí todas las veces que quería salir, disfruté y tomé conciencia de todo lo bueno que tenía, todo lo verdadero, me focalicé en mí, hice lo imposible, y fracasé, como siempre suelo hacer. No pude sacar las fuerzas de ninguna parte para poder quitarte de mi camino.
Todas las noches lloro hasta dormirme. Me siento sóla, como nunca antes, con una decisión tomada, pero nada puesto en práctica. Siento tu aroma, el calor que me dabas cuando me abrazabas, siento que estás ahí pero no estás. Giro y giro en la cama, hasta que la sábana de sale del colchón y quedo enredada, entre telas, frazadas, dolor, angustia y amor. Todos los días es pensarte, es acordarme tu mirada, tu sonrisa, tus caricias. Es viajar y girar la cabeza cada vez que pasa una persona parecida a vos, es tener la esperanza de siquiera cruzarte de casualidad, mirarte y ser feliz por un instante, es escuchar una canción en el mp3 y que las lágrimas caigan sólo por inercia. Es escribir esto en medio del trabajo y no poder contestar un puto llamado porque se me clava un puñal en la garganta. Es recordar todo el dolor que me causaste y me causas, todas las mentiras, todos los maltratos injustos.
Sinceramente, me siento débil, y no sé cuál es el motivo. Me siento débil, frágil, incapaz de poder ser feliz, y eso es porque yo siento que mi felicidad está con vos, aunque sé que no es así, ya lo comprobé. Pero mi corazón es terco, siente lo que quiere sentir. Mi corazón sigue amando a esa persona que yo creí que eras, esa persona todopoderosa, que con sólo decirme "te amo" me hacía la mujer más completa, esa persona que yo pensaba que iba a estar conmigo, que se la iba a jugar por mí, que iba a luchar aunque aparezcan tiempos difíciles. Esa persona que juraba haber cambiado, que prometía ser fiel, verdadero, puro, sin mentiras. Y no, vos tomaste el camino más fácil. Y ahora? Ahora perdiste lo más real que tenías: me perdiste. Desperdiciaste cinco años por tus mentiras, por tu orgullo, por tu ego.
Vos no sos el mismo, yo tampoco, y espero poder levantarme un día y no tenerte presente. Costará, pero algún día pasará.

Carla.