Voy a contar la verdad. En pocas palabras: ODIO LA NAVIDAD. Y ya sé que suena muy a lo Grinch, pero es así, la odio, la detesto, la aborresco, desearía que no existiera esta fecha o que yo pueda dormir todo el día y no sepa que hay algo así donde la gente se divierte gastando plata en regalos absurdos y colgando lucesitas de colores por toda la casa. Odio que me manden un sms diciendo "Feliz Navidad!", odio que la familia se reuna solo para esa fiesta y que después durante el año ni se acuerden de uno (mi familia no es el caso), odio que te encuentres con alguien en las vísperas de Navidad y te digan "Que la pases lindo!". Aiiiiiiiii nono, yo no la paso lindo, la paso durmiendo todo el día y la verdad que desearía que desaparezca esta fecha. Odio todo lo que tenga que ver con esto: los árboles sintéticos, las nueces, los regalos, la ensalada rusa, los adornos, los colores ROJO, DORADO, PLATEADO y VERDE, los cohetes, la sidra, EL PAN DULCE, los turrones, las tarjetas navideñas, las propagandas de los juguetes, TODOOOOOOO.
Cuando yo era chica, lo único que me hacía feliz era Navidad, tenía tantas ilusiones, y todo se desvaneció cuando me dijeron: PAPÁ NOEL NO EXISTE. Desde entonces, nunca más pude perdonarme a mí misma haber desperdiciado tantos sueños en una cosa tan absurda inventada por Coca Cola. Basta, estoy muy enojada, odio estas fechas, no hago más que llorar, deeeeeeos.
